Tradicionalmente, el TDAH se suele tratar con medicación, pero esta puede causar en los niños efectos secundarios indeseados como insomnio, falta de apetito, espontaneidad… además de ser un tratamiento de por vida. Sin embargo, ahora contamos con Neurofeedback, un entrenamiento cerebral altamente eficaz para la mejora de la atención, la hiperactividad y la impulsividad.
Mediante Neurofeedback se enseña a la persona cómo activar y fortalecer las regiones del cerebro cuyo funcionamiento irregular provoca el TDAH, consiguiendo una notable mejora en la capacidad atencional, la concentración, y el autocontrol. Además, cuenta con la ventaja de que los efectos del Neurofeedback persisten una vez acabado el tratamiento y hay estudios que demuestran que las mejoras obtenidas por los niños tras someterse a este tratamiento persisten en la edad adulta.
En primer lugar, nos entrevistamos con el paciente para evaluar su estado. Cada paciente es un mundo y por eso queremos estudiar en profundidad cada caso y acotar bien las posibles causas y el alcance del problema en cada caso. Cuanto más afinado sea el diagnóstico, más específico (y más eficiente) resultará el tratamiento.
Se realiza mediante un electroencefalograma cuantitativo (EEG-C). Con esta técnica podemos realizar un mapa de actividad cerebral en el cual observar qué regiones del cerebro están demasiado activas o por el contrario no lo suficiente. También identificaremos las áreas que no están coordinando su trabajo adecuadamente. Por eso, este mapa nos permite determinar las áreas a trabajar así como llevar un control de los cambios y del progreso. Además, mediante la prueba de Atención con realidad virtual AULA Nesplora evaluamos el nivel de atención del niño y desde donde partimos.
No hay un número de sesiones fijo, esto varía dependiendo de la velocidad de aprendizaje, de la severidad del problema y de su grado de compromiso con la terapia. Normalmente ya en las primeras sesiones es posible observar cambios, pero se trata de completar un proceso para asegurar que los cambios sean duraderos y significativos. En cualquier caso nuestro compromiso es que el paciente no hará más sesiones que las que sean necesarias para su caso.
El Neurofeedback resulta una actividad muy motivadora para los niños y facilita su implicación, ya que se utilizan estímulos como vídeos, videojuegos, etc. durante el entrenamiento. Después de la terapia, no sólo habrán mejorado en autocontrol, concentración y capacidad atencional, sino que su autoestima y confianza se verán renovadas. Y lo más importante: estas mejoras se mantendrán a lo largo de los años.