Desde la tercera sesión empezamos a ver cambios. Ahora ya no tiene déficit de atención, aprueba los exámenes sin problemas y va muy contento al colegio; y lo más importante, ha mejorado su autoestima.

Estábamos desesperados, ya no sabíamos a dónde acudir. Notábamos que algo pasaba pero nadie nos decía el qué ni si podíamos hacer algo. Gracias a ellos supimos qué le ocurría y qué hacer. Ha dado un cambio enorme.

Siempre traía mucha tarea a casa y no podía concentrarse en clase. Desde que hace Neurofeedback es capaz de terminar todo en el colegio, aprovecha las clases e incluso se relaciona mejor con los compañeros.