La eyaculación precoz (EP), a veces denominada eyaculación rápida, clímax prematuro o eyaculación precoz, es una afección sexual en la que el hombre alcanza el orgasmo y libera semen antes de lo que él o su pareja desean. La eyaculación precoz se caracteriza por episodios regulares de eyaculación antes de lo deseado, normalmente con una estimulación mínima, lo que puede causar frustración y angustia a las dos personas implicadas en la actividad sexual.
Las consecuencias de la eyaculación precoz van más allá de la insatisfacción sexual. Para el hombre, puede provocar sentimientos de culpa, falta de confianza y una mala imagen corporal, lo que afecta a su calidad de vida en general. Para la pareja, puede provocar insatisfacción, estrés y problemas en la relación, creando un ciclo que puede exacerbar el problema de la eyaculación precoz. Sin embargo, es fundamental comprender que la EP no siempre es motivo de preocupación. Es un problema común y existen varias soluciones para controlar y mitigar sus efectos.
La eyaculación precoz puede deberse a diversas causas, tanto físicas como psicológicas. Estas causas pueden clasificarse en eyaculación precoz primaria y secundaria.
La eyaculación precoz puede deberse a niveles hormonales y sustancias químicas cerebrales irregulares, afecciones de la próstata y la uretra o rasgos hereditarios. También puede deberse a enfermedades como la diabetes de tipo 2, o a factores relacionados con el estilo de vida, como el consumo excesivo de alcohol y drogas.
La eyaculación precoz primaria suele tener su origen en causas psicológicas, como experiencias sexuales traumáticas a una edad temprana. Otros factores psicológicos que contribuyen a la eyaculación precoz son la ansiedad por el rendimiento, el estrés, la depresión, el sentimiento de culpa, la falta de confianza y los problemas de pareja. La eyaculación precoz secundaria puede deberse tanto a factores psicológicos como físicos.
Múltiples soluciones pueden controlar eficazmente y posiblemente tratar la eyaculación precoz. Abarcan técnicas conductuales, asesoramiento, medicación y modificaciones del estilo de vida.
La técnica de parada y arranque es un método conductual que ha demostrado su eficacia. Esta técnica consiste en estimular el pene hasta justo antes del orgasmo y, a continuación, dejar de hacerlo hasta que desaparezca la necesidad de eyacular. Se repite varias veces para ayudar al hombre a reconocer la fase de excitación sexual que se produce antes del orgasmo, mejorando así el control sobre la eyaculación.
El asesoramiento psicológico puede ser beneficioso, sobre todo para las personas con EP relacionada con problemas psicológicos como la culpa, la ansiedad o los problemas de pareja. Puede proporcionar herramientas y estrategias para afrontar la ansiedad y otras emociones relacionadas con la eyaculación precoz.
Se ha descubierto que algunos medicamentos, como los antidepresivos, retrasan la eyaculación. Además, pueden aplicarse cremas anestésicas en la cabeza del pene para hacerla menos sensible y ayudar así a prevenir la eyaculación precoz. Normalmente, la crema se aplica unos 30 minutos antes del acto sexual y se retira una vez que ha disminuido la sensibilidad del pene.
Abordar los factores del estilo de vida puede mejorar significativamente la función sexual.
Esto puede incluir reducir el estrés, mantener un régimen de ejercicio regular y evitar posibles desencadenantes como el consumo excesivo de alcohol y drogas.
Si la eyaculación precoz está afectando a su calidad de vida, es importante que lo comente con un profesional sanitario. Éste puede ayudarle a identificar la causa subyacente y recomendarle las opciones de tratamiento adecuadas. Es fundamental recordar que esta afección es frecuente y que existen varias opciones de tratamiento. La situación de cada persona es única, y lo que funcione mejor variará en función de las circunstancias individuales.