En torno a un 5% de los niños de 6 a 11 años (un alumno de cada aula si se considera la media por clase), padece el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH). Sin embargo, el porcentaje de falsos diagnósticos es alarmante, por lo que se hace necesario el desarrollo de formas fiables y seguras para la evaluación de este problema. La mayoría de las ocasiones esto se realiza mediante simples entrevistas y algunos cuestionarios administrados a los profesores y los padres. Una buena evaluación requiere que además de estas herramientas se use también formas objetivas de evaluación. En nuestra consulta usamos para ello dos formas revolucionarias de evaluación: el test de atención en realidad virtual AULA nesplora y el mapeo cerebral.

En los últimos años, la empresa española Nesplora ha desarrollado un test llamado AULA que, usando la realidad virtual, permite una detección precisa del TDAH. Con unas gafas de realidad virtual, el test AULA simula una clase en la que el niño ha de realizar una prueba de atención tanto a nivel visual como verbal. Durante el tiempo que dura la prueba, el niño ha de estar atento a la aparición de unos dibujos en la pizarra o a la voz del profesor de que de cuando en cuando pronuncia unas palabras clave a las que el alumno ha de responder presionando un botón cada vez que las dice. A medida que transcurre el test, el niño se enfrenta a diversos distractores que simulan las distracciones propias de una clase real (como un compañero que le habla, alguien que tira una bolita de papel o llama a la puerta, un coche que pasa al lado de la ventana”).